La microbiota de nuestros hijos es un como un jardín en pleno crecimiento: lo que sembramos hoy en sus hábitos saludables de vida , florecerán en su salud futura. La microbiota en la infancia juega un papel clave en el desarrollo del sistema inmunológico, la digestión y el bienestar general…

Los probióticos (bacterias buenas) conviven en equilibrio y nos ayudan a mantener un intestino sano y equilibrado.

Los prebióticos (fibras y otros) son el alimento que nutre a esas bacterias, como una comidita especial que las hace crecer fuertes y felices.